Las llamadas ‘Reservas Genéticas’ de trucha común fueron creadas en las cabeceras de algunos ríos mediterráneos del Pirineo catalán a finales del siglo XX, con el fin de proteger la diversidad genética nativa que aún conservaban algunas poblaciones. La nominación de áreas refugio se realizó en base a la existencia de datos genéticos que demostraban la ausencia de impacto genético de las repoblaciones con truchas no-nativas de origen Atlántico efectuadas durante años y años. Desde entonces, dichas repoblaciones fueron completamente prohibidas en los refugios genéticos, que a su vez podían mantener las actividades de pesca pre-existentes. Con el objetivo de evaluar la contribución de estas reservas a la conservación de los patrimonios genéticos nativos de la trucha, desde su creación y dentro de cada refugio, se han monitorizado una serie de localidades, actualizándose la información genética cada 2-3 generaciones.
Más información:
http://www.sibic.org/estado-actual-reservas-geneticas-trucha-comun-pirineo-catalan/